De cara al Censo 2025, organizado por el INEI, diversas organizaciones indígenas lanzaron la campaña “Abrazo mi identidad: Originario con orgullo”, una iniciativa que busca invitar a los peruanos con raíces originarias a reconocerse como parte de un pueblo indígena en la pregunta 10 del cuestionario. Este proceso, que se desarrollará entre agosto y octubre, representa una oportunidad para conocer cuántos son, dónde viven y cuál es la situación actual de los pueblos indígenas.
La campaña es impulsada por organizaciones como la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Organización Nacional de Mujeres Indígenas, Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú (FENMUCARINAP), la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP) y la Confederación Campesina del Perú (CCP), entre otras. Todas ellas coinciden en la importancia de que la población indígena sea visibilizada en las estadísticas oficiales.
Actualmente, los pueblos indígenas representan el 26% de la población peruana, pero no cuentan con representación en el Congreso de la República. Esta ausencia ha facilitado la aprobación de leyes que vulneran sus derechos. La falta de datos ha sido una constante histórica: recién en 2017, casi dos siglos después de la independencia, se incluyó por primera vez una pregunta sobre identidad étnica en un censo nacional.
Pueblos originarios piden más información
Durante el lanzamiento de la campaña, las dirigentas de las organizaciones indígenas expresaron sus preocupaciones y expectativas. Aurora Coronado, vicepresidenta de FENMUCARINAP y lideresa quechua de Junín, subrayó la ausencia de información y campañas previas por parte del INEI. “Desconocemos incluso las preguntas que van a venir. Por eso estamos lanzando esta campaña para informar y a la vez afirmar nuestra identidad. (…) Los pueblos indígenas originarios estamos invisibilizados y en este censo queremos que nos den nuestro lugar”, afirmó Coronado.
Ketty Marcelo, presidenta de ONAMIAP y lideresa yanesha y asháninka, relató que las organizaciones se enteraron del censo por medios ajenos al INEI. Marcelo señaló que hubo intereses que buscaron que se eliminara la pregunta sobre la autoidentificación. “Atravesamos un contexto de retroceso, en el que todos los días publican leyes que van en contra de nuestros derechos”, expresó Marcelo.
Dirigentas exigen transparencia
Teresita Antazú, representante de AIDESEP y lideresa amazónica de la etnia yanesha, enfatizó el valor del orgullo identitario. “Yo siempre abrazo mi identidad, y eso es lo que tenemos que hacer todos los pueblos indígenas. No avergonzarnos de nuestra lengua, ni de lo que somos. Los pueblos indígenas existimos desde antes de que el Perú existiera como país”, remarcó.
En esta línea, Antazú reclamó igualdad de derechos y representación, especialmente para las mujeres indígenas, y alentó a la comunidad a no avergonzarse de su vestimenta, lengua y costumbres. Por ello, enfatizó en que la información del Censo 2025 será esencial para el reconocimiento de los derechos de toda la población y para el diseño de políticas públicas diferenciadas y culturalmente pertinentes.
La presidenta de la CNA, Rosalía Clemente Tacza, lideresa quechua de Junín, resaltó la necesidad de que los censistas sean personas del lugar, conocedoras de la realidad y la lengua de las comunidades. Para Clemente, la presencia de censistas ajenos a la comunidad puede generar desconfianza. Otro de los puntos señalados por la dirigente es la falta de información clara y accesible. Clemente Tacza destacó que la información debe llegar a todos, superando las barreras de comunicación y acceso.
Censo 2025
El Censo 2025 se presenta como un momento para el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural del Perú. La experiencia de las comunidades rurales, marcada por la distancia geográfica y la falta de acceso a la información, pone de manifiesto los retos que enfrenta el Estado. La participación activa de los pueblos originarios permitirá obtener una radiografía precisa de la realidad nacional, además que sentará las bases para el reconocimiento pleno de sus derechos.
